martes, 18 de noviembre de 2008

El Fruto del Espíritu Santo















El “fruto del Espíritu Santo” debe desarrollarse en cada creyente, en su andar diario. Podemos definir como fruto del Espíritu: “los nueve componentes del carácter de Cristo”. Encontraremos en cada persona nacida de nuevo, que se deja moldear por los principios bíblicos y la interacción dinámica del Espíritu, un carácter maduro que manifiesta el fruto espiritual.

La medición de nuestro crecimiento cristiano, bien puede ser evaluado al contrastarlo con el desarrollo de este fruto en nuestras vidas. Muchas veces solemos impresionarnos por creyentes que hacen un gran despliegue de poder y gracia, sin embargo, en ocasiones encontramos inconsecuencias entre sus manifestaciones virtuosas, y su fondo moral.

Podemos tener una posición teológica correcta y ser elocuentes en la presentación de nuestro mensaje; poseer dones del Espíritu,
y lograr notable éxito en nuestro ministerio público, mas a pesar de todo ello si carecemos del fruto del Espíritu nada somos. 1 Co. 13:1-3”.

Donald Gee comenta acertadamente: “ El fruto del Espíritu es el resultado directo de la vida de Cristo brindada al creyente por el Espíritu ... pues el fruto espiritual es el resultado de una vida de ininterrumpida comunión con Cristo”. 2

Bosquejo del Fruto del Espíritu Santo y algunas citas Bíblicas

1. Amor : 1 Co. 13

2. Gozo : Is. 4:8; 29:1; 34:14; 35:27.

3. Paz : Sal 4:8; 29:1; 34:14; 35:27.

4. Paciencia : Lc. 21:19; Ro. 5:3; 15:4; 2 Co. 6:4; Ef. 4:2.

5. Benignidad : 2 S. 22:36; Sal. 18:35; Ro. 2:4; 1 P. 2:3; Col. 3:12.

6. Bondad : 2 Cr. 6:41; Sal. 25:7; 31:19; 68:10; Ro. 11:22; 15:14.

7. Fe : He. 11:1-40

8. Mansedumbre : Ec. 10:4; Sof. 2:3; 1 Co. 4:21; 10:1; Gál. 6:1; Ef. 4:2; Col. 3:12; 1 Ti. 6:11.

9. Templanza : Gál. 5:23

Amor: Fuego inextinguible y fuerza sin medidas, es el amor. Ingrediente esencial en toda sana relación, tanto entre seres humanos, como entre el hombre y Dios. La Biblia nos enseña que Dios es amor. No sólo que posee este sentimiento, sino que él es fuente misma del perfecto amor. Pasarán los cielos y la tierra, cesarán las profecías y los males de este siglo, pero el amor perdurará eternamente en el corazón de los redimidos.

El inspirado apóstol Pablo en su carta a los Corintios, desarrolla uno de los más preciosos discursos dados en la historia de la humanidad, donde señala:“Si yo tuviera el don de hablar en lenguas extrañas, si pudiera hablar en cualquier idioma celestial o terrenal y no sintiera amor hacia los demás lo único que haría sería ruido.

Si yo tuviera don de profecía y supiera lo que va a suceder en el futuro, si supiera absolutamente de todo, y no sintiera amor hacia los demás, de que me serviría, y si tuviera una fe tan grande que al pronunciar una palabra los montes cambiaran de lugar, de nada serviría sin amor.

Si entregara a los pobres hasta el último bien material que poseyera, si me quemaran vivo por predicar el evangelio y no tuviera amor, de nada me serviría.


El amor es paciente, es benigno; el amor no es celoso ni envidioso; el amor no es presumido ni orgulloso; no es arrogante ni egoísta ni grosero; no trata de salirse siempre con la suya; no es irritable ni quisquilloso; no guarda rencor; no le gustan las injusticias y se regocija cuando triunfa la verdad.

El que ama es fiel a ese amor, cuéstele lo que le cueste; siempre confía en la persona amada, espera de ella lo mejor y la defiende con firmeza. Tres cosas permanecen: la fe, la esperanza y el amor, pero la más importante de las tres, es el amor”. 1 Co. 13:1-7 (Biblia al día. Nuevo Testamento viviente 1979).

Se pueden distinguir tres clases de amor o tres formas de manifestar el amor:

a) Proverbios habla del amor “Eros” el cual se refiere al amor de pareja, y depende de una actividad sexual.

b) Existe además el amor fraternal, del griego “Filía”, es el amor de amigos (Fileos).

c) El amor “Agape”, este es el amor de Dios, que es sublime y puro, y por este amor el Padre envió a Jesucristo su unigénito al mundo, para morir en lugar del pecador ,y todo aquel que en él cree tiene vida eterna.

La Fe: Hebreos 11:1-40 Ciertamente son muchas las citas bíblicas que nos hablan de fe y esto nos demuestra la importancia que tiene el creer en Dios y lo que él dice acerca de sí mismo, del hombre, del plan de salvación y de todo cuanto menciona la Biblia.

Sin lugar a dudas no podría existir ningún cristiano maduro sino cultiva la fe en su vida, no una fe en sí mismo, en sus recursos , o en algún medio que no sea divino. Encontramos en este precioso fruto del Espíritu Santo, la base del carácter cristiano que inexcusablemente debe ser parte de nuestra vida.

El libro de Hebreos en su capítulo once versículo tres, nos enseña que por la fe (solamente) entenderemos que fueron creados los cielos y la tierra por la Palabra de Dios, excluyendo toda especulación, y sentando las bases de la confianza en un Dios Creador, Todopoderoso y Sabio, en una fe sencilla pero eficaz.

Spugeon afirma que la fe puede componerse de tres partes: confianza, conocimiento y creencia.a) Confianza : Debemos depositar nuestra confianza en Dios y depender de su soberanía. Muchas veces tendremos mil preguntas que él simplemente no responderá. “ Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en tí.” Confiando que Dios siempre quiere lo mejor para nosotros.

b) Conocimiento: Nuestra fe deber ser alimentada por el conocimiento de las Sagradas Escrituras, no teniendo un fe ciega sino más bien iluminada y nutrida por la Palabra revelada de Dios. ”Así que la fe viene es por el oír, y el oír, la palabra de Dios” Ro:10-17.

El vivir de acuerdo a los principios de su Palabra confiando en sus promesas y obedeciendo sus mandamientos forjarán en nosotros un carácter de fe maduro y eficaz.

c) Creencia: Existen algunos aspectos del evangelio, del reino de los cielos, del caminar cristiano que en verdad no sólo no entenderemos sino que aun no tenemos ninguna explicación cierta para ellos, entonces debemos sólo creerlo “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” Heb11:3.

Cabe mencionar la fe, como parte del fruto del Espíritu, desarrollándose en el hombre regenerado hasta que haya alcanzado (en lo posible) su más alta expresión, por esto es importante aprender a depender de Dios en las decisiones, en los cambios y aun en nuestras motivaciones más profundas y personales.